Entrevista a Antonio de la Torre

Nos sentamos en la barra de un bar para desayunar. La barra es de metal, de las de toda la vida. El café, también el de toda la vida. Desayunamos con Antonio, un hombre cercano, sencillo, muy de su gente y muy de su barrio. Aquí la gente lo saluda de manera agradable, por ser Antonio, el amigo, no por ser Antonio de la Torre, el actor.

Nos disponemos a hacer las preguntas, después de mantener una agradable charla, en la que hemos comentado los típicos temas cotidianos que se escuchan en la barra de bar, con un café por medio.

Después de unas cuantas bromas, empezamos a conocer al Antonio más humano.

Nacho Vega: Quería preguntarte, primero de todo, sobre el origen de ser actor. Al principio de tu carrera, ¿cómo compatibilizabas tu trabajo como periodista y cómo actor? ¿Costó mucho?

Antonio de la Torre: Sinceramente, mis ganas de ser periodista y de ser actor, han sido como dos espirales que se han ido entrecruzando. Mi primera pulsión seguramente quizá era la de ser actor, porque yo recuerdo de niño ver anuncios en la tele y decir «me encantaría hacer este anuncio», que es una fantasía tan infantil que casi todos los niños la han tenido, o querer ser novio de Bea, la de Verano Azul. Pero si que es verdad que en 7º de EGB apareció el director de un grupo de teatro infantil, que hizo una especie de taller de dos o tres días sobre teatro y a mi me encantó aquello, hasta el punto de apuntarme en el grupo de teatro de infantil, que se llamaba grupo Arlequín. Después vino la fase de querer ser periodista, y yo imitaba mucho a José María García, me grababa en el radiocassette..

Es verdad que cuando voy a Madrid, y empiezo en la facultad, el ambiente me encantaba. Las casualidades de la vida hacen que en mi primer día de clase, yo conozco a Alberto San Juan, un gran amigo mío y ahí empezamos con nuestro sueño de ser actores y cuando por fin tomo la decisión, es con 24 años, que estaba trabajando como periodista, que voy a Madrid, dejo Canal Sur en mi primera etapa, y empiezo a estudiar Interpretación y ahí de verdad es cuando dije que esto es lo que a mi me gusta. Pero el periodismo me sigue llamando, doy gracias a que he podido vivir del periodismo muchos años, que ahí fue donde conocí a mi gran amigo Rafa Vega.

Las profesiones han ido yendo y viniendo. Combino el periodismo y la interpretación, pese a los problemas que había para cuadrar los horarios y los turnos.

Nacho Vega: ¿Crees que hay relación entre ser periodista y ser actor?

Antonio de la Torre: Creo que el periodista y el actor cuentan historias, el actor en primera persona y el periodista en tercera persona.

Por mi parte, siempre busco al periodista que hay en mi, porque yo tengo una máxima, y es que la realidad supera a la ficción y como actor, siempre busco que los personajes sean reconocibles y creíbles, que los veas y parezca periodismo, algo así como un documental.

Nacho Vega: ¿En qué momento sentiste que podías ganarte la vida como actor?

Antonio de la Torre: Hay un pequeño despegue cuando hago Padre coraje, una mini serie de Benito Zambrano, y se concatenan una serie de cosas, que no van tan rápidas, porque esto es una carrera que va lenta, y de repente me ofrecen una película, Poniente, y Daniel Sánchez Arévalo me ve en esa película y me propone hacer un corto: Profilaxis, a raíz de ese corto nos hacemos amigos y me propone grabar Azuloscurocasinegro, con esa película gano el Goya, y casualmente justo después de grabar Azuloscurocasinegro me llama Almodóvar para hacer un pequeño papel en Volver, y de repente aquel año, tuve cierta notoriedad.

Y luego se dio una circunstancia, que fue casualidad, pero que creo que fue lo que me empujó a lanzarme. Yo había dejado Canal Sur una primera vez como dije antes, y me daba un poco de miedo, porque costaba un poco y lo había pasado un poco mal por estar esperando a que suene el teléfono para tener alguna sesión.

Se dan un par de hechos: que gano el Goya por Azuloscurocasinegro en enero de 2007, y luego tengo la suerte de estar fijo en mi trabajo en Canal Sur. Entonces era pensando: ¿qué más quiero? He ganado un Goya, me ha llamado Almodóvar, tengo mi trabajo fijo.. Tenía que intentarlo porque era el sueño de mi vida.

Porque cuanto más mayor eres, menos tienes que perder, porque menos vida te queda.

Nacho Vega: Hablando de tu primer Goya, seguro que no el último.. lo ganaste mientras trabajabas en Canal Sur. ¿Sentiste que se cerraba una puerta y se abría otra?

Antonio de la Torre: En cierto modo si. Además, incluso era raro, porque me acuerdo que cuando volví me hicieron un reportaje con mucho cariño que decía: «Antonio De la Torre vuelve al trabajo».

Yo ya empezaba a tener la cabeza en otro lado, pensando que estaba entrando en otro escenario profesional, ya que la apariencia que los guiones me exigían llevar, lo trasladaba a mi trabajo en la tele, y empezaban a suceder cosas que la lógica te hacía pensar que era algo raro.

Era consciente de que había poco espacio para poder mantener las dos profesiones a la vez.

De una manera natural, la cosa fue saliendo poco a poco.

Nacho Vega: Has interpretado a muchísimos personajes a lo largo de tu carrera: Carlos, Rodrigo, José ahora, el Bachi.. ¿A cual le tienes más cariño? Si hay alguno que destaque.

Antonio de la Torre: Hombre, por cariño al final, mentalmente.. Antonio de Azuloscurocasinegro, porque fue un papel que cambió mi carrera, me ha dado mi único Goya..

Nacho Vega: ¿Y cual ha sido el personaje que más trabajo te ha costado interpretar?

Antonio de la Torre: Es difícil de decir. Al final, siendo sincero, inevitablemente relaciones la dificultad de interpretar el personaje con el grado de aceptación que tiene. Tiendes a pensar que te ha costado más aquellos personajes que no han tenido una crítica tan unánime, porque cuando la crítica es unánime y el éxito es abrumador, parece que te ha salido fácil, y cuando se cuestiona tienes la sensación de que te ha costado más. Terminas viendo el papel en función del resultado.

Si medimos el grado de esfuerzo, obviamente el papel de Enrique en Gordos, porque llevó un año de rodaje, un cambio físico, un papel y composición.. También tiene su complejidad Luis Velarde, de Que Dios nos perdone..

Nacho Vega: Y ya que haglamos de tu carrera, ¿qué importancia tiene en tu carrera Daniel Sánchez Arévalo?

Antonio de la Torre: Todo lo que he contado anteriormente, me cambia totalmente. Me dijo una frase muy hermosa: «Yo creo que nadie ha escrito un papel a la altura de tu talento y yo lo voy a hacer».

Nacho Vega: Tu primera celebración me han chivado que fue en La Alameda, junto a tu gente. ¿Las siguientes también se celebran? O ¿llega uno a acostumbrarse?

Antonio de la Torre: Lo celebré en ochenta mil sitios. Uno se ve siempre con pocas posibilidades. Cuando yo lo gané, me llevé hasta el diploma, porque no pensaba que iba a ganar. Me lo llevé pensando en que nunca más iba a estar nominado, y por suerte, ya llevo unas cuantas nominaciones.

Ya es difícil que te nominen, y encima, que te nominen y llevártelo.. porque siempre hay alguien, o una serie de circunstancias, que se tienen que dar. Por eso, me he dado cuenta de que es muy difícil ganar un Goya.

Para mi los premios son las nominaciones. Y esto es una excusa para ver a buenos amigos.

Nacho Vega: ¿Algún papel que te gustaría interpretar? 

Antonio de la Torre: Me gustaría hacer un biopic de Juanito. Aunque ya por edad, estoy pasándolo, pero me gustaría.

Nacho Vega: ¿Y esa anécdota en Tarde para la ira, con un picante y un mechero?

Antonio de la Torre: Esto fue Raúl Arévalo, que como estaba rodando yo una secuencia donde tenía que mostrar mucha ira y mucha rabia, pero que no se me notara. Entonces, justo cuando íbamos a rodar, estaba con un plano corto mío y me dijo: «tómate esto» y me dio un chile mexicano que picaba muchísimo… Y entonces después empezó: «perdona hermano, perdona!» y empezaba a pegarme en la cara mientras repetía: «aguanta, aguanta! Que no se note! Acción, acción!». Y no contento con eso, empecé a notar como un calor por el pantalón, que llevaba un vaquero, y estaba debajo del plano quemándome con un mechero mientras me decía: «aguanta, aguanta! Perdona, perdona!». Me contó que cuando lo estaba viendo, yo me ponía tan rojo tan rojo, que parecía que estaba post producido de imagen. Me puse tan rojo, que ya parecía que estaba retocado, no parecía real. Ahora nos reímos.

Nacho Vega: La última pregunta, para terminar. Actor consagrado en España. ¿Tienes pensamiento de seguir los pasos de Raúl y ponerte detrás de la cámara?

Antonio de la Torre: A mi me encanta dirigir a actores. Yo he dado un máster hace poco, haciendo improvisaciones y diferentes cosas, y con compañeros que a veces me han pedido que haga una prueba.. He disfrutado mucho con eso, pero no tengo mucha idea de lenguaje cinematográfico.

A mi no me pasa como a Raúl, que tenía la película en la cabeza, como la iba a rodar, como iba a dirigir.. Para que se diera ese caso, yo tendría que ser alguien que supiese mover la cámara, colocar a los actores.. No tengo en la mente «tengo un guion, lo tengo que dirigir como sea».

Nacho Vega: No está en mente, pero no está descartado.

Antonio de la Torre: Hombre.. si mañana me dicen que han pensado en dirigir actores y tal, quizás si lo aceptaría.

Nacho Vega: Pues esperamos tu película como director.

Antonio de la Torre: Me alegra escuchar eso, aunque está complicado.

Nacho Vega: Muchísimas gracias y mucha suerte para el futuro! Y feliz cumpleaños, ¡por cierto!

Antonio de la Torre: Muchas gracias a ti por este buen rato que hemos pasado desayunando.