Ebenezer Scrooge (Jim Carrey) es un personaje malhumorado y gruñón que trata con desprecio y malos modales a su fiel empleado Bob Cratchit (Gary Oldman) y a su alegre sobrino Fred (Colin Firth). Pero, cuando el espíritu de las Navidades pasadas, presentes y futuras lo arrastra a un viaje durante el cual descubre verdades que siempre se ha negado a ver, el corazón del viejo avaro se ilumina y se da cuenta de que debe actuar inmediatamente para contrarrestar tantos años de egoísmo y rencor. Adaptación del clásico de Charles Dickens, que usa la misma técnica de animación que Polar Express y Beowulf.
Este bonito cuento de Charles Dickens, llevado en muchas ocasiones a nuestras pantallas, ya sea en películas o en dibujos animados, es un bonito regalo con el que pasar la época de Navidad.
Robert Zemeckis nos ha regalado una Navidad propia con grandes atributos técnicos.
El comienzo es algo escabroso y triste, aunque según vamos avanzando en la trama, descubrimos que hay gran parte de bondad en los personajes a los que nos enfrentamos.
Esta película nos invita a cambiar nuestra forma de ser en un día como la Navidad, dejando de pensar en los problemas y en preocuparnos por disfrutar con nuestros seres queridos, que es lo que verdaderamente importa. Se entiende que esta invitación, debería de ser para siempre, y no sólo para una época señalada.
Este cuento nos narra de manera detallada que todo mal comportamiento en la vida, tiene de alguna manera su eco en el pasado, el presente y el futuro.
Zemeckis nos regala esta inteligente y entretenida adaptación de la famosa obra navideña de Charles Dickens, de la que tantas versiones se han hecho, pero esta vez, se nos presenta un relato puesto al día y con algo más original de lo que estábamos acostumbrados.
Esta película utiliza la técnica motion capture, en la que los actores se ponen sensores para captar los movimientos, y así poder transmitir autenticidad a sus actuaciones.
Esta obra rebosante de imaginación, de gran belleza visual, nos da un paseo aéreo por Londres en su inicio, y en esta historia se explotan las enormes posibilidades que da la narración para fascinarnos en este viaje por el mundo de los espíritus, en el que se remarca un clima de terror, y en el que su mensaje de que siempre se está a tiempo para la redención, se clava en lo más profundo de nuestro ser.
La historia puede sonar o no, ya que es un cuento bastante popular, donde a un anciano gruñón (Ebenezer Scrooge) que no le gusta demasiado la Navidad, le visitan tres espíritus que intentarán cambiar el concepto que tiene sobre esta.
La película es muy respetuosa con el libro, que lo sigue casi al pie de la letra, aunque se permite algunas licencias visuales que potencian esta historia.
Esta versión agrega travellings y secuencias en las que se vuela por los tejados y las calles nevadas del viejo Londres, con las interesantes sensaciones que permite el efecto 3D. En estas partes, se pueden observar ciertos guiños a ET y a Peter Pan.
Las cualidades de la obra de Dickens son la ternura, la denuncia social y la exaltación de la Navidad como oportunidad de redención. El guion traduce la pobreza de algunas masas sociales desplazadas.
Se nota que Robert Zemeckis ha cuidado su trabajo con mucho mimo y tacto, sabiendo que estaba trabajando con una joya literaria de un legado cultural incalculable.
Cuento de Navidad es una adaptación que refleja a la perfección el realismo gótico de Dickens, mostrándonos a la Inglaterra de la época según la veía el autor: oscura, fría y pobre.
Robert Zemeckis (Trilogía Regreso al futuro, Forrest Gump, Náufrago) mediante la técnica motion capture, se ayuda de un gran elenco de actores para dar vida a este magnífico cuento. Jim Carrey (El show de Truman, ¡Olvídate de mí!, El número 23) es el gruñón señor Scrooge, sabiendo captar sus matices y hacer que su evolución sea creíble. También interpreta al Fantasma de las Navidades Pasadas, Fantasma de la Navidad Presente y Fantasma de las Navidades Futuras; Gary Oldman (León (El profesional), Batman Begins, Harry Potter y las Reliquias de la Muerte. Parte II) es Bob Cratchit, demostrando una vez más que es uno de los actores que más polivalencia tienen en la actualidad; Colin Firth (El discurso del Rey, Magia a la luz de la luna, Kingsman. Servicio secreto) muestra su lado más blando interpretando a Fred Scrooge; Robin Wright (La princesa prometida, El clan de los irlandeses, Forrest Gump) aparece brevemente como Fan Scrooge; Ryan Ochoa (El juego perfecto, Mostly Ghostly: Have you met my Ghoulfriend, Del Playa) es el pequeño Tiny Tim, que regala algo de ternura a esta historia.
Muy acertada la interpretación que se le da en esta película a la Ignorancia y la Miseria, personificados en un niño y una niña en un estado lamentable, haciéndonos ver que sin ayuda alguna, podrían desviarse del buen camino, como aquel que la posea y no sea ayudado por alguien con posibilidad de ayudar.
Los tres fantasmas tienen una importancia vital en el futuro de Scrooge.
El Fantasma de la Navidad Pasada está representado en la película como una vela encendida, con un aspecto inocente y puro, y es el que llevará a Scrooge a ver su propio pasado. A pesar de todo lo que ha hecho Scrooge, el fantasma no deja de tratarlo con dulzura, sabiendo que es un alma perdida que tiene que volver a encauzar.
El Fantasma de la Navidad Presente está representado como un fantasma gigante, con una gran túnica y una antorcha. Su misión es enseñar a Scrooge todo lo que está pasando en Londres en ese mismo momento.
El Fantasma de la Navidad Futura está representado como un ser misterioso con capucha, del que sólo alcanzamos a descubrir un dedo. Podría ser la muerte, ya que ese es el único futuro que hay asegurado, aunque en ocasiones, como Scrooge bien sabe, algunas actitudes pueden posponer este momento.
Después de todo esto, el señor Scrooge, aprende que el espíritu de la Navidad es importante para aquellos que pasan momentos difíciles y se escudan en momentos especiales como estos para afrontar todos los problemas que puedan existir.
La banda sonora, a cargo de Alan Silvestri, está lograda a la perfección, enviándonos directamente a un Londres gótico y oscuro, que a su vez, está lleno de luz por celebrar un gran evento, la Navidad.
El apartado de fotografía, asignado a Robert Presley, nos introducen en una ciudad oscura y triste, proyecto de la imagen que Dickens tenía de ella, pero a su vez, nos regala ambientes navideños cargados de felicidad. Los paisajes de esta película son espectaculares y la ambientación, increíble.
Robert Zemeckis recupera el espíritu navideño con esta nueva adaptación de la novela de Dickens, y el señor Scrooge, como cada año, nos recuerda la importancia de fortalecer el espíritu de fraternidad y bondad con todos los que nos rodean, o los malos espíritus acudirán a nuestros sueños.
La Navidad debe ser un tiempo para aparcar todo lo negativo y rodearse de seres queridos, un tiempo para la calma antes de afrontar un nuevo año.
La Navidad siempre ha tenido algo mágico, en algún momento de la vida, y eso es algo que siempre tendrá, así que a ti, que te has molestado en leer todo esto, te deseo de corazón, una muy Feliz Navidad.
Os dejo la Banda Sonora Original, que también tiene algo mágico:
¡FELIZ NAVIDAD!