La pasión por la música lleva a Gretta (Keira Knightley) y a Dav (Adam Levine), novios desde el instituto, hasta Nueva York. Pero cuando él, una vez alcanzado el éxito y la fama, la abandona, ella se queda completamente desolada. Una noche, un productor de discos (Mark Ruffalo) recién despedido, la ve actuar en un bar de Manhattan y queda cautivado por su talento. Primera película en USA del director de Once.

Begin Again empieza como la canción que da paso a esta genial historia musical, A step you can’t take back, que comienza triste y solitaria, para poco a poco, ir dando paso a los acompañamientos y los arreglos que tan bien se imagina Dan Mulligan, durante la interpretación de Gretta, trasladando la magia de la música a esos instrumentos que suenan y se mueven en su imaginación.

Esta es una película que nos hace experimentar una sensación de bienestar máximo después de verla. Si a esto le sumamos que nos muestran cada rincón de Nueva York y tenemos un tracklist increíble, tenemos la dosis perfecta para sacar vibraciones positivas de cada situación.

John Carney, ya sorprendió con Once, su primera película, en la que la música tenía un gran peso en la historia. Esta película obtuvo el Oscar a Mejor Canción, y dio la oportunidad a su director, de dar un paso más y catapultarse hacia Hollywood.

Su título original iba a ser ¿Puede una canción de amor salvar tu vida? (Can a song save your life?) En mi opinión, acertaron dejando Begin Again, porque de eso se trata, de volver a empezar.

Con una estética y filosofía cercana al indie, buscando su estilo propio, donde los protagonistas pretenden rechazar el mercantilismo y la masificación de las tendencias. Se mantiene elegante sin perder el toque de frescura con el que va avanzando de menos a más.

Begin Again es una historia sencilla con un tema muy recurrente: cumplir el sueño americano. La verdad es que renunciar a tu vida para luchar por tus sueños es un tema que está a la orden del día.

Tiene una parte de crítica social, donde se critica a los jóvenes y a la sociedad, pero sobre todo, al mundo empresarial ligado a las compañías discográficas, donde se refleja que es el artista el que crea, y hay muchas personas que viven del fruto de este autor.

El guion está lleno de ideas que se integran de igual forma que lo hacen los temas musicales realizados ad hoc. Ideas como que una pareja entre a una discoteca a bailar escuchando su propia música o poner en una fiesta una canción para bailar y jugar a que nadie se mueva. También destaca la fabulosa forma de contar la vida de los personajes con flashbacks integrados que alteran la estructura de los sucesos de manera prodigiosa y natural.

En el momento cumbre de los protagonistas, llega la inspiración y Begin Again se llena de arreglos. Guitarras, pianos, instrumentos de cuerda y baterías revisten la banda sonora y aportan la fuerza que necesitaba al principio. La música se abre paso y nos proporcionan grandes números musicales que tienen lugar en un callejón, una azotea o un paseo por Times Square compartiendo la música del iPod, algo muy personal y muy profundo para nuestros protagonistas.

John Carney juega con los puntos de vista y los saltos en el tiempo para definir a los protagonistas, ayudando a que se nos dé la oportunidad de necesitar saber qué va a ser de ellos.

El momento en el que Dan Mulligan añade mentalmente arreglos musicales a la canción de Gretta es realmente mágico, o la constatación de un desamor a través de una traición creativa y sentimental, que nos hace sentir lo que sienten los protagonistas. Todo esto muestra el grado de excelencia y delicadeza que alcanza esta historia.

Begin Again hace gala de una inusual habilidad para mantener la sonrisa en el rostro del espectador durante gran parte de la historia.

La historia cruza relatos de amor y desamor en la ciudad de Nueva York. Historias que se entrelazan con el objetivo de grabar un álbum en las calles, los parques y las azoteas de la gran ciudad. Un toque original que da pie a esta bonita y divertida historia de redención y segundas oportunidades, barnizada de un carisma irresistible que pone el alma a cantar y a bailar al ritmo de una banda sonora muy bonita. Begin Again no puede existir sin su música, ni su música sin Begin Again.

Todo fluye sin que uno se dé cuenta, y acaba impregnándote de emoción, felicidad y buen rollo.

Como bien dice el segundo título de la película, uno se pregunta si una canción puede salvar tu vida, pero lo que si queda claro, es que puede alegrártela como pocas cosas en el mundo.

Begin Again muestra que con su oleaje de alegría y romanticismo, inunda e ilumina el alma del que se baña en ella.

La escena del paseo nocturno por Nueva York acaba convirtiéndose en uno de los mejores momentos de Begin Again, representando la totalidad del cambio de mentalidad en los personajes y el resurgir de sus almas. Representa la vuelta a la vida, canalizándose a través de la grabación del álbum de Gretta. La decisión de Dan de grabar todas las canciones en las calles de Nueva York otorga una personalidad única a cada canción y le da al álbum una categoría mística intachable.

Los personajes que encontramos en Begin Again, están prisioneros en una jaula llena de obstáculos e inseguridades que ellos mismos han creado.

John Carney (Viviendo al límite, Once (Una vez), Zonad) se ayuda de la música, y sobre todo, de la química del reparto que lidera esta historia. Keira Knightley (Quiero ser como Beckham, Trilogía Piratas del Caribe, The Imitation Game (Descifrando Enigma)) sorprende gratamente, interpretando a Gretta. Sus ojos transmiten ternura y desengaño, pero también reflejan la vitalidad y la energía que simboliza el conjunto de esta historia, pero lo que nos dejará con la boca abierta será con su voz, sabiendo dibujar las preciosas melodías pop-folk que acompañan la película; Mark Ruffalo (Zodiac, Shutter Island, Spotlight) es Dan, haciendo ver que es capaz de mostrar la magia que posee en varias escenas, como la que se muestra embriagado en un bar, mientras imagina arreglos musicales a su alrededor. Keira y Mark han hecho palpable la increíble química que tienen en esta película; Adam Levine (vocalista del grupo Maroon 5) se estrena en la gran pantalla interpretando a Dave, un chico sencillo que se contagia de la grandeza de la música y Nueva York, y pierde sus valores, abandonándose al hedonismo que la industria musical le ofrece; Hailee Steinfeld (Valor de ley, El juego de Ender, Deuda de honor) nos sorprende gratamente interpretando a Violet, la hija de Dan; Catherine Keener (Truman Capote, An American Crime, Synecdoche, New York) es Miriam, la ex mujer de Dan, que desprende mucha ternura, a pesar de la situación que viven al principio; James Corden (Todo o nada, Into the Woods, Kill your friends) es Steve, un músico que malvive en Nueva York, amigo de Gretta; CeeLo Green (miembro de Goodie MOb) hace una pequeña interpretación, estando bastante decente; Mos Def (Ghosts, The Italian Job, Cadillac Records) también está a la altura de la película, interpretando al socio de Dan.

Es el toque musical lo que convierte a esta historia en una obra diferente, donde dos personajes van buscando su sitio en la vida tras haber recibido duros golpes emocionales. La evolución emocional de sus protagonistas va floreciendo lentamente, como una canción que va añadiendo mayor intensidad.

Hay momentos, que se ven envueltos en la magia de la música, que elevan el ánimo hasta lo más alto, y eso, es lo que hace que Begin Again cree ese aura que te evoca un estado de éxtasis eterno.

Y como increíble colofón, la ciudad de Nueva York en todo su esplendor. Por medio de temas tan absorbentes como Tell me if you wanna go home o Lost Starts, recorremos las calles de la ciudad más cinéfila de la historia.

El encargado de mezclar esta sinfonía tan dulce y con tanto magnetismo, es Gregg Alexander, que elige con mucho mimo una diversidad de temas musicales que  hacen que te mezcles con la película, como si de un mar de olas se tratase. Si añadimos las melódicas voces de Keira Knightley y Adam Nevile, y a temas como A step you can’t take back o A higher place, o la nominada al Oscar Lost Stars, tenemos el complemento perfecto a la magia que desprende Begin Again.

Yaron Orbach es el encargado de fotografía, y por tanto, el culpable de regalarnos tan bellas imágenes de la ciudad de Nueva York. Los rascacielos, sus calles y los ciudadanos de la gran manzana son testigos de la naturalidad con que se desarrolla la historia. Una brillante labor de fotografía y planos bien ejecutados que acrecientan el magnetismo de la película.

Es un canto a la perseverancia y a la obstinación de cumplir los deseos, a la amistad y la fidelidad, buscando las metas de ilusiones perdidas en los lugares más inhóspitos del alma humana.

Tenemos una nueva historia sobre la superación personal y sobre como la amistad puede ayudarnos a superar muchas dificultades.

Esta película es una oda al optimismo, a la felicidad, la vida, la música y las segundas oportunidades.

Begin Again no renuncia a los sueños, es pura vitalidad, mostrando la combinación de resistencia ante las adversidades y de enfrentarse a la realidad.

Begin Again es una historia agradable que te arranca una sonrisa del corazón.

Begin Again es para quienes viven la vida como una playlist.

Os dejo con la Banda Sonora Original, que seguro que despertará la magia que lleváis dentro: