Evan Treborn, un joven que se está esforzando por superar unos dolorosos recuerdos de su infancia, descubre una técnica que le permite viajar atrás en el tiempo y ocupar su cuerpo de niño para poder cambiar el curso de su dolorosa historia. Sin embargo también descubre que cualquier mínimo cambio en el pasado altera enormemente su futuro.

Comienza para Evan un viaje alucinante al fondo de sus recuerdos y de su memoria en búsqueda de la felicidad, pero, al igual que sucedió con su padre, el efecto mariposa y la influencia que tienen nuestros actos, por insignificantes que nos parezcan, en la vida de los demás, harán de ese viaje una auténtica odisea donde el regreso a Ítaca parecerá cada vez más lejano.

Eric Bress y J. Mackye Gruber parten de la premisa de que no hay un destino prefijado para nadie, y que por ende, distorsionar un pequeño hecho en el pasado puede cambiar todo el curso de la historia. Las modificaciones que Evan ejecuta sobre su pasado pueden provocar hechos relevantes en el presente.

El efecto mariposa contiene un tratado tan maniático como detallista de las situaciones narradas. Mantiene una visión en primera persona, jugando en ocasiones desde una tercera. En esta historia se da una visión del mundo netamente egocentrista: las acciones de una persona, modifican todo lo que le rodea.

Unos sucesos desagradables de la infancia, en los cuales también están implicados una pareja de hermanos y otro amigo, será el escenario de tantas idas y venidas del presente al pasado en un continuo movimiento de feedback cinematográfico.De esta manera, este universo que gira en torno al protagonista se multiplica, pero no de forma expansiva, sino como una espiral que se cierra en sí mismo. El dramatismo y la angustia que vive Evan, va in crescendo, hasta que llega a un punto insostenible para sus personajes.

Escenas originariamente incomprensibles, van cobrando sentido a medida que su protagonista decide volver a intentar arreglar un futuro que cada vez se complica más, y en el que siempre falla algo.Así, vivimos un drama intimista como punto fuerte, con espacios neutros y vacíos de toda carga efectista, donde los personajes, conforme se van degradando de universo en universo, se desnudan entre ellos. Es una historia con una gran carga emotiva.

Eric Bress y J. Mackye Gruber (Serie Kyle XY) utilizan un reparto joven y con ganas de aprender y superarse. Ashton Kutcher (American Playboy, Algo pasa en Las Vegas, The Guardian) realiza uno de los trabajos más sólidos de su carrera interpretando a Evan Treborn, consiguiendo que nos metamos en esa mente tan aturdida como desequilibrada, mostrando esa familiaridad que transmite, convirtiendo su historia con una exaltación total en algo palpable para el espectador. Reacciona ante las circunstancias que se le presentan, y estas son ni más ni menos que cerrar los ojos, volver a abrirlos y darte cuenta de que tienes otra vida; Amy Smart (El guerrero pacífico, Bigger than the Sky, The Battle of Shaker Heights) te envuelve en un halo de dulzura, se convierte en una gran compañera que querrías tener siempre, y deja claramente escrita su versatilidad interpretando a Kayleigh Miller como distintos tipos de persona, manteniendo el nivel en todas ellas; Kevin Schmidt (Doce en casa, Doce fuera de casa, Alvin y las ardillas 2) muy bien en su papel haciendo de Lenny Kagan; Melora Walters (Cold Mountain, Magnolia, El club de los poetas muertos) impresiona haciendo de una sobrecogedora Andrea Treborn, madre de Evan, afectada por la enfermedad de su hijo, heredada por su padre; Elden Henson (Los juegos del Hambre: Sinsajo. Parte 1, Los amos de Dogtown, The Battle of Shaker Heights) realizando un gran trabajo en uno de sus primeros papeles importantes; William Lee Scott (El sueño de un amor eterno, Nine Dead, Burning Blue) interpreta a Tommy Miller, el hermano de Kayleigh, y refleja el miedo que viven de una manera increíble.La música que acompaña a toda la película de una forma acertada, agravando o dignificando las situaciones, es obra del compositor Michael Suby, a la que se unen temas de gran reconocimiento, como It’s Been a While, de Stain, o la seña de identidad propia de esta película, con la que se cierra esta gran historia: Stop Crying Your Heart Out, de Oasis.

En el apartado de fotografía, Matthew F. Leonetti acierta de lleno en todos los escenarios que se presentan, la casa, los paisajes al aire libre o el hospital están muy bien ambientados.El denominado efecto mariposa, es un término acuñado por el matemático y meteorólogo Edward Lorenz, como evidencia de la teoría del caos, que implica que una mínima variación en un sistema complejo puede derrumbar cualquier tipo de previsión y provocar grandes consecuencias diferentes en otro espacio y lugar, consecuencia de una pequeña modificación de variables.

Por irrelevante que parezca una decisión adoptada, puede derivar en un futuro que sería totalmente diferente de haber decidido otra cosa, o de no haber adoptado ninguna determinación en ese momento, o simplemente, si esa persona que estaba allí con nosotros hubiese hecho algo diferente.

El efecto mariposa es una película para dejarte llevar y disfrutar y dejarte sorprender por sus continuos giros de guion. Es una locura, pero una locura bien realizada, y lo que es mejor, bien resuelta.

El efecto mariposa consigue emocionarte más de una vez, y durante toda la película te invita a pensar y a reflexionar. Además, ¿quién no ha imaginado nunca cómo sería su vida si hubiera hecho algo o no? En El efecto mariposa esta curiosidad se cumple a la perfección.

Seguramente, después de ver esta película, hayan aumentado valiosamente las ganas de cuestionar muchas de las decisiones que tomamos, y aprendamos a valorar cada pequeño peldaño que subamos.

En definitiva, esta es una película que te deja con la sensación de no haber perdido el tiempo.El simple aleteo de una mariposa puede cambiar el mundo.

Os dejo la Banda Sonora Original, que tiene temas muy recomendados: