Cuando Jack Skellington, el Señor de Halloween, descubre la Navidad, se queda fascinado y decide mejorarla. Sin embargo, su visión de la festividad es totalmente contraria al espíritu navideño. Sus planes incluyen el secuestro de Santa Claus y la introducción de cambios bastante macabros. Sólo su novia Sally es consciente del error que está cometiendo.

«Erase una vez, hace mucho tiempo… Es posible que en sueños hayáis visto el lugar, pues la historia tremenda que os voy a contar ocurrió cuando el mundo era antiguo. Seguro que os habéis preguntado ¿las fiestas, de dónde salieron? Si no, ahora vais a saber lo que fueron.»

Tras esta introducción en una misteriosa voz en off, tenemos la fortuna de descubrir el gran espectáculo que tienen los monstruos para Halloween, con Jack Skellington a la cabeza.

«Niños, Niñas y los demás si venís os voy a enseñar algo extraño que hay aquí, la ciudad de Halloween. 

Esto es Halloween, esto es Halloween.
Gritos en la oscuridad.
Esto es Halloween, la función ya va a empezar.
Somos traviesos y a todos vamos a asustar.

Mi ciudad, vamos a gritar en la ciudad de Halloween.
Yo soy el monstruo k se esconde en todas partes. Dientes afilados, ojos muy brillantes.
Yo siempre me escondo detrás de la escalera, siempre tengo arañas en mi cabellera.

Esto es Halloween, esto es Halloween.
Halloween Halloween
Halloween Halloween. 

En la ciudad, que es mi hogar, el día de difuntos voy a celebrar.
Mi ciudad, os encantara.
Todo el mundo sabe que algo va a pasar.
Mira dónde vas, muy bien escondido hay algo que te asustara y te hará gritar.
Gritar! Esto es Halloween, míralo qué asco da. Te asuste??
Pues ay qué bien!
Si queréis apostar, tira el dado y a jugar.
Brilla la luna en la oscuridad.
Vamos a gritar, vamos a gritar.
En la ciudad de Halloween.
Yo soy el payaso que te hace llorar, de pronto aparece y desaparecerá.
Yo soy aquel al que nunca veis.
Yo soy el viento estremecedor.
Sombra enemiga del astro rey, lleno tus sueños de terror. 

Esto es Halloween, esto es Halloween.
Halloween Halloween
Halloween Halloween. 

Escuchadme con atención, sin temor no hay emoción.
Junto a ti yo soy feliz, trabajando en Halloween.
Mi ciudad, os encantara. Todo el mundo sabe que algo va a pasar.
Si Jack Squeleton te atrapa un susto de muerte te dará y veras.
Esto es Halloween, vamos a gritar, vamos a aclamar a un tipo especial.
Nuestro Jack es rey de la oscuridad, todos aplauden al rey del mal. 

Esto es Halloween, esto es Halloween.
Halloween Halloween
Halloween Halloween. 

En la ciudad, que es mi hogar, el día de difuntos voy a celebrar.
La la la lalala la la lalala la la lalala lalala guiii!!»

Hace algunos años a Tim Burton se le ocurrió una historia. Como caída del cielo, le llegó una idea que perduraría por siempre. Al pasar por un centro comercial, se fijó en un detalle: estaban quitando la decoración de Halloween y poniendo la de Navidad. Ahí se le encendió la bombilla: un personaje de Halloween robaría la Navidad y la adaptaría a sus costumbres.

De ahí nació el poema que protagonizaba el Rey Calabaza, señor de Halloween, que a día de hoy conocemos como Jack Skeleton.

Con el tiempo, Henry Selick decidió adaptar este poema, a una innovadora película con la técnica stop-motion.

La genialidad de mezclar Ciudad de Halloween y Ciudad de la Navidad, es increíble, y muy original, ya que cada ciudad tiene sus características propias.

Este portentoso ejercicio de imaginación es una de las mayores fantasías visuales del cine.

Pesadilla antes de Navidad, esconde entre líneas una maravillosa historia de amor, porque si bien es cierto que el poeta puede crear belleza cuando tiene el corazón roto, más cierto es que sus mejores obras surgirán cuando su musa se encuentre a su lado.

La finalidad de esta película, es una pequeña crítica hacia aquel que cree poder controlarlo todo, y se pronuncia contra el egoísmo, haciéndonos ver que todos necesitan del resto para poder estar bien consigo mismo.

La historia de Jake sirve para reflexionar sobre los conflictos entre el ser y el querer ser. Jake Skeleton siente su vida vacía y trata de causar felicidad en el día de Navidad, pero su propia naturaleza se vuelve contra él, y sólo podrá causar miedo, pues ese es su destino.

Emprender una película interpretada por muñecos y con una gran parte de los diálogos cantados, es sentir amor incondicional por el riesgo.

Este cuento navideño, de estilo gótico y con una increíble música, añadiendo los maravillosos dibujos de Tim Burton (Eduardo manos tijeras, Big Fish, La novia cadáver) y la increíble dirección de Henry Sellick (James y el melocotón gigante, Moongirl, Los mundos de Coraline), nos explican de donde salieron dos de las más importantes fiestas.

Se aprecian todos los elementos góticos y lúgubres tan característicos de Burton. Según parece ser, una semana de trabajo daba como resultado un minuto de metraje con esta complicada técnica de grabación.

Dotar de vida a unos muñequitos tiene mucho mérito, pero crear algo asombrosamente mágico mediante esta técnica, es una maniobra digna de quitarse el sombrero. Igualmente, las partes musicales son memorables y pegadizas, y ninguna llega hasta el punto de aburrir.

El fantasmagórico mundo de Halloween con todas sus extrañas criaturas, el rey de la ciudad Jack Skeleton y su vacío existencial nos llevan hasta el mundo de la Navidad con Santa Clavos (Santa Claus) y sus pequeños duendes. Es una gran obra de animación, sin duda alguna.

Resulta interesante que cuanto más tiempo pasa desde que Jack estuvo en la ciudad de la Navidad, menos entiende lo que sintió en ese viaje.

Es curioso como Jack se esfuerza por averiguar el significado de la Navidad, realizando fórmulas matemáticas, aplicando el método científico, pero nunca intenta encontrar el significado de Halloween, quizás por no encontrar los mismos insatisfactorios resultados.

La música, a cargo de Danny Elfman no podría estar más en sintonía con el ambiente tétrico y gótico que han creado para esta maravillosa película. Esto es Halloween es una entrada prodigiosa que hará que el ritmo de esta historia se vea disparado.

Pete Kozachik nos introduce en todos esos escenarios “hallowenescos”, entre los cuales nos perdemos y desearíamos llegar, ya que esas imágenes tan góticas, pero a la vez tan bellas, nos invitan a pasar por los mundos de fantasía que Tim Burton, con tanto cariño e imaginación, crea para todo su público.

La estética expresionista convierte a esta historia en un festival de formas aberrantes y expresiones gestuales exageradas, en las que la oscuridad y el pesar abarcan al pueblo de Halloween, contagiados por su bipolar alcalde.

El romanticismo en el personaje de Jack, consigue que se haga una figura más interesante que el resto de compañeros de sustos. Jack es la representación clara de todos los sueños perdidos que tenemos.

El bonito final que tiene, donde comienza a nevar y Santa Claus desea Feliz Halloween y Jack responde Feliz Navidad, comprendiendo al fin lo que es.

Los juegos de luces y la variada tonalidad de las imágenes, hacen que la estética de la película crezca por segundos, rodeándonos de personajes hábilmente descritos y ciudades de fantasía que desearemos que existan realmente.

Nunca antes habíamos podido disfrutar tanto del “robo de la Navidad”.

Os dejo con su increíble Banda Sonora Original, que llenarán de ritmo esta Navidad:

¡FELIZ NAVIDAD!