En Edimburgo, en 1874, nace Jack en un día tan gélido que su corazón se congela. Para reanimarlo, le implantan un artilugio conectado con un reloj de mecanismo muy delicado. Con él tendrá que vivir Jack siguiendo tres reglas: no tocar nunca las agujas, dominar la cólera y, la más importante, no deberá enamorarse jamás. Si no cumple esas reglas su corazón dejará de funcionar. Todo va bien hasta que conoce a una chica con gafas que le llega hasta el corazón. Jack emprende entonces la búsqueda del amor en un viaje que le lleva de Escocia a España.
Mathias Malzieu cuenta con la ayuda de Stéphane Berla (Scoob 2 (C)) para mostrar su novela La mecánica del corazón, donde nos cuenta la mala suerte que tuvo el joven Jack cuando nació, la noche más fría de 1874 en Edimburgo, llegando a congelarse su corazón.
No hay nada más divertido que la imprudencia.
Méliès
En este caso, parece ser que la película es mejor que la novela, según comentan algunos expertos, cosa algo insólita, ya que difícilmente una película podrá superar a la novela que adapta, pese a haber casos.
Malzieu, después de escribir cada uno de sus libros, decidió encerrarse en el estudio y grabar la banda sonora con su banda Dyonisos, de manera que compuso la música que su propia historia le había inspirado. Cuenta con la colaboración de Olivia Ruiz para este disco, figura destacada del pop francés y una clara influencia en la caracterización del personaje femenino de la película.
Esta película, es un musical animado, fruto de un trabajo hecho con mucha dedicación, ya que Mathias Malzieu ha ejercido de director, guionista, ha creado la música y es la voz de Jack, el protagonista.
Una fábula clásica y romántica ambientada en un imaginativo tiempo victoriano donde el talento y el gran atractivo visual demuestran un gran trabajo, dejando secuencias imaginativas y fascinantes.
La atmósfera en la que nos mete La mecánica del corazón es tan onírica que por momentos nos preguntamos si estamos viendo una obra de Tim Burton, un cuadro de Dalí o leyendo a Gabriel García Márquez.
El protagonista, Jack, es el prototipo romántico y gótico de un joven que sufre por amor: pálido y enfermo, pero decidido a dejarlo todo por su amada. Está claramente inspirado en los rasgos físicos de su creador, a la vez que podría tratarse de una encarnación de Gustavo Adolfo Bécquer, a juzgar por su intensidad.
Miss Acacia, es un personaje inseguro pero virtuoso, defectuoso a la vez que maravilloso, que tiene el contrapunto de magia que le falta a la mecánica física de Jack. Y a ella le falta la seguridad que Jack puede darle.
Las condiciones para tener una vida normal tienen un coste muy alto:
Primero, no toques las agujas. Segundo, tendrás que controlar tu ira. Y sobre todo nunca olvides, pase lo que pase nunca tienes que enamorarte. Si no cumples estas normas, la gran aguja de tu corazón atravesará tu piel, el reloj explotará y tus huesos se fracturarán. La mecánica del corazón estará rota de nuevo.
Madeleine
Es muy estimulante ver cómo nos muestran las referencias al momento histórico en el que se quiere emplazar el relato y en este sentido es curioso ver a Jack el Destripador persiguiendo a Jack, el protagonista, en uno de los momentos más surrealistas de la película, o también, comprobar cómo es Georges Méliès, padre del cine francés, quien va guiando al joven en su conquista amorosa a lo largo de algunas tomas que tienen un gran parecido con La invención de Hugo, película que rodó Martin Scorsese para rendir tributo a los orígenes del cine.
Muéstrale tu verdadero corazón, es el único truco de magia posible.
Méliès
La mecánica del corazón va desplegándose como un caleidoscopio de colores alucinógenos, una caja de música mágica, un cofre de aromas tibios, una paleta de sabores prohibidos, poniendo en alerta todos nuestros sentidos, hasta llegar a un clímax perfectamente construido en el que la emoción se desborda, llegando incluso más lejos de lo que llegó el libro.
Cada plano de esta historia está mimado al detalle, con un diseño de personajes asombrosamente elegante y un universo en sincronía perfecta con el espíritu del argumento. Cada diálogo y acción impulsa la trama paso a paso.
La mecánica del corazón viaja a través de la visión más romántica del amor, ya que se puede hablar del amor y el desamor a través de una increíble metáfora: la fragilidad del protagonista a las emociones del amor, debido a su particular corazón, que puede verse afectado si no cumple las tres reglas. El hecho de que Miss Acacia tenga espinas, como las rosas, también es un refuerzo a esta metáfora.
Ya sabes que me gusta la forma que tienes de creer en tus sueños, pero de vez en cuando hay que bajar de las nubes, hay que crecer. No vas a pasarte la vida con esas agujas que te atraviesan el abrigo.
Miss Acacia
Esta metáfora visual, y también de la vida, nos ofrece el cambio de un corazón helado por otro mecánico, pero débil, ya que si cumple su función, que es amar, dejará de funcionar. También nos enseña el valor de rebelarse contra las limitaciones, aún sabiendo el destino que obtendremos si lo hacemos. Imágenes como la de flotar cuando sueñas despierto o la aparición del cinematógrafo, impulsan más aun la magia que esconde esta historia.
Mathias Malzieu es considerado como el Tim Burton de la literatura francesa, sobre todo tras haber publicado sus tres últimas obras: «La mecánica del corazón», «La alargada sombra del amor» y «La metamorfosis del cielo». Esta trilogía, de inspiración gótica, trata sobre el amor en todas sus variantes y repercusiones en la vida de las personas que lo experimentan.
Lo que Stéphane Berla nos transmite, ayudado por el autor de la novela Mathias Malzieu, es un relato sobre el amor y todas las barreras que suelen poner en torno a este sentimiento.
No quiero que te guste «eso de mi», quiero que me quieras «a mi entero».
Jack
Olivia Ruiz interpreta canciones en francés y en español. Este deleite visual y narrativo tiene la mirada puesta en Lumiére y en Georges Méliès, en el circo, en la época de un cine que empezaba a desplegar las alas con el humor y el sentido de un acompañante maravilloso de la existencia.
La idea de mezclar la mecánica de un corazón de cuco, a Méliès y Andalucía, es muy original. La poderosa creatividad, las atmósferas y el diseño de caracteres son notables herederos de influencias como Eduardo manos tijeras o Los mundos de Coraline, pero a la postre es la poética que subyace en el conjunto lo que acaba posándose como un frágil copo de nieve en el propio corazón del espectador.
La fantástica banda sonora está compuesta por el grupo Dyonisos, banda liderada por Mathias Malzieu, que la han llenado de preciosas y diversas canciones. En la versión original, las canciones son cantadas en francés, ya que Jack et la mécanique du cœur es también el título del sexto álbum de estudio de la banda. Tiene canciones tan bellas e increíbles como Le jour le plus froid du monde, Jack et la mécanique du cœur, o la impresionante y encantadora Flamme a Lunettes.
En cuanto a la fotografía y al estilismo, la animación es visualmente bella, con rostros dulces y aniñados, dotándolos de una apariencia frágil, y está impregnada también de ese aire romántico que tenía Caspar David Friedrich en su arte de pintar cuadros. De hecho, los personajes masculinos van vestidos con larga levita negra, como si estuviesen sacados de alguno de sus cuadros.
Cómo resistirse al encanto, la creatividad y la poesía de Jack, el niño del corazón de reloj de cuco.
Se ha creado un mundo de seres extraños y de imaginación desbordada por todo su metraje. Una pequeña joya que nada tiene que envidiar a famosos estudios de animación.
No se trata de una animación realizada con espectaculares pixels y una gama de detalles sobresaliente, pero está hecha con el corazón, con la mecánica del corazón, y eso, es tocar las nubes del alma.
La mecánica del corazón es para todos aquellos que quieran dejarse llevar por una historia que habla del poder del amor para hacernos valientes y estúpidos al mismo tiempo, de su capacidad para crear felicidad efímera pero eterna, de la complicidad y los celos, así como sus bienes y sus daños colaterales. De la magia del primer beso y del abatimiento del rechazo.
El tiempo parece haberse detenido y no quiero que retome su curso habitual.
Jack
Pocas veces hemos sido testigos de un final tan arrollador, poético, emotivo y desolador.
Un final tristísimo que está a una gran altura en una escalera de copos de nieve que lleva al cielo de las historias animadas.
Os dejo con su Banda Sonora Original, que os tocará sin duda, la mecánica del corazón: